Pequeña lista de recursos prácticos que voy adquiriendo con mi experiencia. Puesta a tu disposición para aumentar la eficacia y la eficiencia de tu trabajo.
1.- Aumenta el potencial de un sellador o tapaporos diluyéndolo en agua.
Si quieres dar a un mueble un acabado con pintura es necesario que antes esté limpio para que el producto final se adhiera correctamente a la superficie. Existen varias técnicas:
- Decapado, que consiste en retirar la capa de barniz o laca que recubre al mueble con decapante. A veces este proceso es muy engorroso. Y si no se va a ver la veta de la madera conviene valorar su grado de ejecución.
- Lijado. Método abrasivo que desgruesa finamente la capa externa del mueble. Puede hacerse manualmente o con una máquina.
Con ambas técnicas conseguirás una superficie limpia. Posiblemente excesivamente porosa, dependiendo del grado de limpieza que hayas alcanzado. Si aplicas la pintura en estas circunstancias, la necesitarás en gran cantidad para conseguir cubrir toda la superficie homogéneamente.
Para evitar este problema, te recomiendo que utilices sellador o tapaporos. Es un líquido espeso, de color blanco, que se aplica después de haber pulido la superficie ligeramente (no es necesario decapar ni lijar a fondo).
El bote que yo compré indicaba en la etiqueta su dilución con agua, pero en el apartado: «modo de empleo» no marcaba ninguna instrucción.
Así que apliqué selladora sin diluir. !Horror¡ Gastas mucho producto porque es muy espesa, y cuando se seca deja una costra blanca muy gruesa. Al pintar encima se necesario aplicar varias capas para tapar el color blanco.
Luego probé a diluirla, en proporción 2:1, dos partes de sellador por una de agua. ¡Mucho mejor! el producto se aplica más fácilmente, se distribuye mejor por la superficie y, al pintar después, ésta agarra mejor por lo que no necesitas darle tantas capas.
Así que, si utilizas sellador alguna vez, aquí tienes mi experiencia con él. Espero que te sea útil.